Lo gracioso de esta noticia es "los primeros indicios apuntan a que el ciclista iba a mayor velocidad de la permitida para esta vía de doble sentido, y no llevaba puesto chaleco reflectante". No hay ninguna normativa que obligue a llevar chaleco reflectante durante el día a los ciclistas y es muy extraño que una bici al ir a una velocidad mayor de la permitida, si fuese el caso, sea quien provoque el accidente.
Después la noticia llega a reconocer: "En todo caso los agentes encargados de la investigación de los accidentes de tráfico indagan la incidencia que pudo tener la maniobra de incorporación a la carretera del conductor de la furgoneta, cuyo vehículo estaba estacionado en uno de los aparcamientos situados junto a una de las vías más transitadas de la ciudad por la cercanía del polígono industrial Cabezo Beaza". Además "el conductor de la furgoneta afirmó que no vio al ciclista y por lo tanto no pudo hacer nada para evitar el siniestro".
Es decir el ciclista iba como un loco, sin chaleco reflecatante, destrozó la carrocería y pintura de la furgoneta, manchó de sangre la calzada y dió un espectáculo bochornoso. Que lástima el pobrecillo del conductor de la furgoneta que no pudo ver al terrotista ciclista y no pudo hacer nada.
Con independencia de quién fuese el causente del accidente- parece por la noticia que el conductor de la furgoneta- una cosa está clara: el que ha sufrido las consecuencias del mismo de forma grave ES EL CICLISTA.
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