Mandela no se ha ido, estará siempre con nosotros. La pregunta es: ¿estaremos nosotros siempre con él?

En abril de 1.964 se sentó ante el Tribunal Supremo de Pretoria donde se enfrentaba a una condena a pena de muerte, Mandela al final de sus palabras dijo: "Durante toda mi vida me he dedicado a esta lucha de los africanos. He luchado contra la dominación de los blancos, y he luchado contra la dominación de los negros. He anhelado el ideal de una sociedad libre y democrática en la que todas las personas vivan juntas en armonía y con igualdad de oportunidades. Es un ideal por el que espero vivir y que espero lograr. Pero si es necesario, es un ideal por el que estoy dispuesto a morir".
Que una persona a la que le robaron 27 años de su vida en un espacio de 4 metros cuadrados y que le negaron el derecho de acudir al entierro de su madre y de varios de sus hijos dijese: "si quieres hacer la paz con tu enemigo tienes que trabajar con él. Entonces se convierte en tu compañero" nos muestra que es una de las pocas personas que hayamos conocido en nuestros días que tenía  la capacidad de poder cambiar el mundo.